Compré In the Aeroplane Over the Sea (1997) de Neutral Milk Hotel en cd_drome. La verdad es que la mayor parte de los discos que compré entre 1992 y 2012 fueron en cd_drome. A veces tenía claro lo que quería, y lo encontraba allí; a veces buscaba algo más complicado, y lo pedía allí; a veces simplemente iba allí y – según la época, según el momento, según el horario – Oriol, Jordi, Abel, Albert o Fran me recomendaban alguna joya que no conocía, a sabiendas que me iba a interesar. Oriol me dijo un día que el mejor disco de Smog era The Doctor Came at Down[1](1996), y yo no lo tenía. Jordi, más serio, me avisaba cuando Migala sacaba disco nuevo. Albert me abrió un pequeño camino hacia la electrónica más cósmica (Manuel Gottsching, Lindstrom…). Fran, más joven, me conectaba con el neofolk de Bowerbirds, High Places o Seabear. Aunque fue Abel el que más me influyó a la hora de conocer las maravillas y rarezas que tenían en la tienda. Gracias a él descubrí discos tan increíbles como el Colour Green (2006) de Sibylle Baier (unarecopilación de canciones que la cantautora alemana grabó a principios de los setenta), la serie de singles que Papa M (David Pajo)[2] publicó entre 2003 y 2004, o el segundo trabajo de Neutral Milk Hotel. Ahora bien, también me recomendó alguna castaña importante. Recuerdo especialmente una: Mv & Ee with the Bummer Road. Demasiada psicodelia para mi. Lo tengo en la F, de fulaña.
Esta mañana he puesto In the Aeroplane Over the Sea y ya no he podido dejar de escucharlo. Me ha atrapado. La sensación de quedar atrapado por un disco es grata, pero también tensa e improductiva. Y cuanto más lo escuchaba, más ganas tenía de escribir sobre este disco. Pero tenía trabajo. No te despistes. Sigue a lo tuyo. Déjalo. Luego te arrepentirás. Pon otra cosa…
Recuerdo el día que el segundo disco de Neutral Milk Hotel sonaba en cd drome. Yo salía de alguna reunión por la zona y me pasé un ratito a ver si alegraba mi día con alguna compra (en aquella época lo hacía bastante, ahora muy poco, casi nada, nada, cero). No recuerdo exactamente la canción que sonaba cuando entré por la puerta, así que recupero ese momento como si sonara el primer tema del disco, King of the Carrot Flowers Part One. La canción sonaba para mi. El sonido viene directo a mi mente. Un guitarreo intenso, tosco y obsesivo, un tipo cantando una bonita canción pop que evoluciona eufórica hacia el grito, un acordeón tabernero, unos teclados místicos. El tipo manifiesta su amor por Jesucristo, más guitarras (ahora eléctricas), batería intensa… King of the Carrots Flowers Part Two and Three. La canción no acaba nunca. Es una trilogía, es una mensaje mesiánico. Es un bucle que asciende hacia el caos. Cada vez es más ida, más sublime, más sagrada.
Abel me habla un poco de Neutral Milk Hotel. Americanos, de Louisiana. Liderado por Jeff Mangum. Músicos pertenecientes a Elephant Six Recording Company, una comunidad muy activa en los Noventa, de donde salieron otras bandas de psicodelia alocada como The Apple in Stereo, The Olivia Tremor Control (donde también estaba Mangum) o Of Montreal. In the Aeroplane Over the Sea (1998) es su segundo disco. El primero – On Avery Island (1996) no lo habían tenido nunca. Tiempo después, lo compré también en cddrome. No recuerdo si me lo vendió Abel. Lo que sí recuerdo bien es que me vendió el de Mv & Ee with the Bummer Road.
Seguimos escuchando y suena la canción que da título al álbum. Es la cuarta. In the Aeroplane Over the Sea está acompañada de una onírica sierra musical. No sé si el uso de una sierra como instrumento sonoro se llama así: sierra musical. Lo busco (no en cd drome, sino ahora, aquí, y sí, se llama así). Mangum sigue gritando y tocando la guitarra muy fuerte. La expresión «muy fuerte» me hace pensar en dos cosas: una, Doc Brown preguntándole a Marty McFly qué problema tienen los chicos del futuro con la fuerza; dos, molt fortament. Two headed boy, The Fool , pandereta, vientos de feria y oscuridad. Holland, 1945. Ana Frank ahora es un niño que toca el piano en España. Comunist Daughter, una balada repleta de capas de distorsión y un magnífico solo de trompeta. Hay mucha trompeta en sus cansiones. Guitarra suave a porrazos, voz trovadoresca, gritos, circo, jaleo. Oh Comely es una canción de amor que parece dulce pero es turbia. Ghost da miedo. En Untitled suena una gaita escocesa. Two Headed Boy part Two es una nueva historia sobre padres, madres y hermanos. Fin. Jeff Mangum es un predicador. Su plegaria ha terminado.
Tanto el sonido como la portada del disco – una vieja ilustración con bañistas contentos donde la chica tiene un tambor como cabeza – me recuerda a algunos grupos de pop raro que me gustaban antes, y también ahora. Pienso en el simbolismo circense de las portadas de El Niño Gusano (un pez en monociclo, un señor catalejo, canicas vestidas de esquimal…), en el sonido medieval de Gorky’s Zyghotic Mynci, – especialmente Gorky 5 (1998) y Spanish Dance Troupe (1999) – o en la carga narrativa y literaria de Colin Meloy y The Decemberist. Todo en Neutral Milk Hotel es extraño y cercano a la vez. Lo quiero, lo quiero, lo quiero.
Tras la gira de In the Aeroplane Over the Sea de 1998, Jeff Mangum decidió alejarse de la música, así que no volvió a publicar ningún disco más con su banda. Solo se supo de alguna rareza loca, como Orange Twin Field Works: Volume I (2001), una recopilación de música tradicional búlgara o la grabación de un concierto acústico – Live at Jittery Joe’s – también publicado en 2001, en el que Mangum charla con el público, llora un niño, hay toses… No obstante, parece ser que desde 2013, Neutral Milk Hotel ha vuelto a los escenarios. En 2014 tocaron en el Primavera Sound, tanto en Barcelona como en Oporto, pero yo me lo perdí.
Es probable que cuando acabe de escribir esto, pase un tiempo sin escuchar los discos de Neutral Milk Hotel. Hoy, In the Aeroplane Over the Sea ha sonado en mi casa durante siete horas. Me ha emocionado y me ha agotado. Mientras repaso el artículo, antes de colgarlo, busco en la red información sobre el disco de canciones búlgaras de Mangum. Lo encuentro: 33 minutos de grabaciones de campo. Flautas balcánicas, acordeones, voces, panderetas, caballos, silbidos, grillos, risas… E Radio Tirana trasmette musiche balcaniche, mentre danzatori bulgari a piedi nudi sui braceri ardenti. Bailo a lo Battiato. Mis movimientos son simples pero efectivos y precisos. En el minuto 24, decido que no puedo más de folclore búlgaro. Llego tarde a un sitio. Peor, ya no llego. Tenía una cita con Frank Bascombe. Vuelvo a escuchar King of the Carrot Flowers Part One, two and Three. Un día, lejano, la tocaré en banjo.
[1] The Doctor Came at Down de Smog tiene una portada preciosa. Un fragata de vela en medio de mar, medio alejada. Un día, te lo enseñé y no sé qué tipo de movimiento judoka hiciste para romperlo en mil pedazos. Como homenaje a aquel día, la imagen del libreto está expuesta en el baño.
[2] Tengo una gran debilidad por David Pajo. Mientras escribo me dan ganas de quitar el disco de Neutral Milk Hotel y escuchar, uno tras otro, los seis capítulos de este diario sonoro que el músico grabó en diversos lugares de Chicago, California, Kentucky o Nueva York. Mi tema preferido es Who Knows, del tercero. Paro un momento el disco de NMH y la escucho. Solo esta.